Las competencias básicas son una serie de destrezas que el alumno normalista debe haber adquirido al finalizar la etapa de escolarización, y que le permitirán desenvolverse con éxito en la sociedad como individuo y como ciudadano.
Así, las competencias básicas tienen una doble intencionalidad, puesto que forman a la persona como ente individual y profesional de la docencia, pero al mismo tiempo la forman para que su comportamiento no transgreda las normas que la sociedad nos marca.
Pretender que el futuro docente sepa cómo aprender y disponga de suficiente autonomía e iniciativa personal, responden a una clara intencionalidad para que el individuo, aún formando parte de la sociedad, mantenga intactas en el mayor grado posible sus propias formas de ver y entender el mundo, respondiendo a esos estímulos de acuerdo a su forma de ser.
Por lo tanto, ¿qué estamos buscando? lo que queremos es formar individuos profesionales de la educación, responsables, y que trabajen en su propio beneficio y en el de la sociedad.